TikTok ha sido una de las plataformas más controversiales y al mismo tiempo revolucionarias en los últimos años. Por un lado, ha democratizado la creación de contenido, permitiendo que millones de personas expresen su creatividad, talento y opiniones en pocos segundos. Por otro lado, su influencia global y la preocupación por la seguridad de los datos han generado tensiones políticas, especialmente en Estados Unidos.
Durante el mandato de Donald Trump, surgieron intentos de cerrar TikTok debido a preocupaciones sobre la privacidad y la influencia de empresas extranjeras. Aunque el cierre no se concretó, las discusiones destacaron cómo la tecnología y la política están cada vez más entrelazadas. La administración de Joe Biden también evaluó posibles restricciones, pero la plataforma sigue operando, demostrando su capacidad para adaptarse y defender su lugar en el mercado.
Hoy en día, TikTok sigue siendo un motor clave para la cultura digital, marcando tendencias, impulsando negocios y ofreciendo una nueva forma de conectar a las personas. En mi opinión, el futuro de TikTok dependerá de cómo la plataforma maneje las preocupaciones regulatorias y garantice un equilibrio entre la innovación y la protección de sus usuarios.
¿Qué opinas tú sobre TikTok? ¿Debe ser regulada más estrictamente o consideras que es una herramienta que fomenta la creatividad y el emprendimiento global?
Donald Trump, conocido por su estilo directo y decisiones controversiales, marca un enfoque singular en la política internacional. Durante su primera presidencia, implementó una política exterior basada en el lema "America First", lo que significó priorizar los intereses económicos y políticos de Estados Unidos sobre alianzas multilaterales tradicionales. Esto llevó a decisiones como la retirada del Acuerdo de París sobre el cambio climático, tensiones comerciales con China, y una renegociación de tratados como el T-MEC (reemplazando al TLCAN) con México y Canadá.
Si regresa al poder, podríamos esperar una continuación de estas políticas, con énfasis en fortalecer la economía de Estados Unidos, reducir la dependencia de productos extranjeros y renegociar acuerdos internacionales que él considere desventajosos. A nivel mundial, esto podría generar:
1. Impacto Económico: Mayor proteccionismo que podría alterar las cadenas de suministro globales, beneficiando a industrias estadounidenses pero generando tensiones con socios comerciales clave.
2. Relaciones Internacionales: Es probable que se intensifiquen las relaciones con China y Rusia, redefiniendo el equilibrio de poder global. Su enfoque directo podría desafiar a instituciones internacionales como la ONU o la OTAN.
3. Cambio Climático: Si bien Trump mostró escepticismo hacia las políticas climáticas globales, su postura podría influir negativamente en los esfuerzos multilaterales contra el cambio climático, aunque podría favorecer a las industrias energéticas tradicionales.
4. Impacto Humanitario: Las políticas migratorias más estrictas y su retórica nacionalista podrían ser polarizantes, afectando la cooperación global en temas de derechos humanos y movilidad internacional.
En resumen, el regreso de Donald Trump traería un giro en las relaciones globales. Sus políticas, aunque enfocadas en fortalecer a Estados Unidos, podrían generar tanto oportunidades como tensiones en un mundo interconectado. El desafío radica en encontrar el equilibrio entre el proteccionismo y la cooperación internacional para garantizar estabilidad y progreso global.
EL PRIMER AUTOMOVIL QUE SUBIÓ Y BAJÓ DE MONSERRATE
A principios de 1929 el cerro de Monserrate vio el primer intento de conquistar su cima a bordo de un automóvil. Lo más curioso e interesante de todo es que no fue una prueba realizada por aventureros locales, sino que hizo parte de una travesía de 32.000 km que había salido de Argentina y terminó en Estados Unidos.
El 15 de abril de 1928, a las 8 a. m., los hermanos Andrés y Adán Stoessel, de ascendencia alemana, acompañados por el italiano Humberto Tontini en el cargo de mecánico, y Carlos Díaz partieron de Arroyo Corto, en la provincia argentina de Buenos Aires, con rumbo a Nueva York. Esta expedición quedaría registrada en el ahora esquivo libro 32.000 km de aventuras, escrito por los dos hermanos, así como en una ‘película’ grabada por Andrés (invaluables puntos para el arqueólogo que la ‘desentierre’) a lo largo del viaje.
Según un recuento publicado en el diario argentino La Nación, para esta travesía, los hermanos Stoessel compraron un Chevrolet Champion nuevo y producido localmente, empacaron 43 llantas de repuesto e instalaron neumáticos reforzados inflados a menor presión. Tras salir de Argentina y pasar por Bolivia, Perú (donde Díaz ‘se bajó del bus’ y además fueron robados con pistolas) y Ecuador llegaron a Colombia entre finales de 1928 e inicios de 1929 con prácticamente 10.000 km recorridos.
“Antes de ser inaugurado el funicular, nadie había concebido el pensamiento temerario de ascender a Monserrate en ruedas. Pero en las horas de la mañana de hoy, los señores Casimiro Suderoni, Andrés y Adán Stoessel iniciaron el ascenso a aquel cerro en un auto marca Chevrolet, tipo Standard, modelo 1928”, se lee en una publicación de la época de EL TIEMPO.
Tres horas, según se lee en la historia de , y con Humberto Tontini al volante, demoró el Chevrolet en conquistar la cima de Monserrate la mañana de ese domingo, luego de transitar por un camino tan escabroso que “son frecuentes todavía los accidentes que sufren los peatones que hacen romería, cuando un traspiés u otro accidente cualquiera les hace perder el equilibrio y ruedan como pelotas por aquel crispante abismo”.
Habiendo maravillado a la multitud, Tontini sería premiado por la colonia italiana local con una medalla de oro y el Chevrolet permanecería en la cima de Monserrate hasta el domingo siguiente “para que ese día sea más fácil para todo el público bogotano presenciar la crispante escena del descenso”.
El Tiempo.
Foto: Colección particular Carlos Ernesto Camargo
Bueno, mi gente, prepárense porque al parecer estamos a menos de una semana de que termine la guerra en Ucrania. ¿Por qué? Pues porque Donald Trump prometió que en 24 horas la acaba. Sí, así como lo oyen. Viene la paz mundial en tiempo récord, según sus palabras. Así que vayan desempolvando las banderas blancas, porque con Trump todo es rápido y efectivo... bueno, al menos eso dice él.
Claro, uno no sabe si reír o preocuparse, porque hay gente que cree que la diplomacia internacional es como cambiar de canal en la televisión: un botoncito y listo. ¡Qué fácil sería todo si las guerras se resolvieran con discursos y promesas! Pero bueno, que el mundo se prepare para la paz, porque viene Trump, señores. ¡Bendita ingenuidad!